Un peligro para la familia natural y los valores fundamentales de nuestra sociedad
El avance de la agenda globalista en el Perú continúa generando preocupación, especialmente con la reciente aprobación del dictamen Proyecto de Ley 02803/2022-CR en la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso. Esta iniciativa, promovida por el congresista Alejandro Cavero, busca regular los efectos jurídicos de la unión civil entre personas del mismo sexo, una medida que, aunque se presenta como un acto de inclusión, representa un peligroso paso hacia la desnaturalización de la familia tal como fue diseñada por Dios.
Contrario a lo que argumentan sus defensores, la población LGTBIQ+ no ha sido relegada ni invisibilizada por el Estado. En los últimos años, hemos visto cómo la ideología de género ha avanzado en múltiples sectores, desde ministerios como el de la Mujer, Poder Judicial, Policía Nacional y otros. Además, conceptos como el lenguaje inclusivo y enfoques de género han sido infiltrados en la currícula educativa, camuflados bajo directivas que buscan alterar los valores fundamentales de nuestra sociedad.
La figura de la unión civil no es un fin en sí mismo, sino el primer paso hacia demandas como la adopción por parejas del mismo sexo, lo que atentaría contra el derecho de los niños a crecer en un hogar con un padre y una madre. Estas medidas buscan imponer una redefinición de la familia que contradice principios esenciales de nuestra fe y nuestra cultura.
La oposición a esta ley ha sido contundente. Sectores conservadores y la iglesia cristiana han expresado su rechazo, manifestado en la multitudinaria marcha del pasado 7 de diciembre en Lima. Esta movilización dejó claro que la mayoría de peruanos no está dispuesta a aceptar la desnaturalización de la familia ni la imposición de una agenda contraria a los valores tradicionales.
En resumen, la unión civil equipara y hace equivalente los derechos a la institución del matrimonio y uniones de hecho, establecidos en la Carta Magna. Desde ProFamilia Valores Perú, consideramos que la aprobación de esta ley es un ataque directo contra la familia natural, el pilar de nuestra sociedad. Los congresistas que apoyen esta medida deben considerar el alto costo político y social que enfrentarán. Defender la familia no es solo un acto de fe, sino de compromiso con el futuro del Perú.
La unión civil desvirtúa el concepto de familia al promover leyes contrarias al diseño divino. Es nuestro deber defender la familia natural, base de la sociedad, con firmeza y apego a los principios establecidos en nuestra Constitución.